El día comienza en Santa Fe, desde donde emprenderás el viaje hacia Taos por la famosa High Road to Taos, una carretera panorámica que serpentea por las montañas de Sangre de Cristo, ofreciendo vistas impresionantes de los valles y pueblos tradicionales de Nuevo México.
La High Road no solo es un recorrido escénico, sino también cultural. A lo largo del trayecto encontrarás pequeños pueblos con fuerte influencia indígena y española, como Chimayó, Truchas y Ranchos de Taos. En Chimayó, merece la pena una parada en El Santuario de Chimayó, un lugar de peregrinación donde los visitantes acuden desde hace siglos por motivos de fe y tradición. La iglesia, construida en el siglo XIX, alberga el famoso pozo de tierra sagrada, considerado milagroso, y ofrece un ejemplo emblemático de la arquitectura colonial española adaptada al desierto de Nuevo México.
Más adelante, el pueblo de Ranchos de Taos permite admirar la icónica Iglesia de San Francisco de Asís, declarada Monumento Histórico Nacional. Este templo de adobe, con sus muros gruesos y esquinas redondeadas, ha inspirado a artistas como Georgia O’Keeffe y Ansel Adams, y representa una de las imágenes más reconocibles del suroeste estadounidense.
Al llegar a Taos, la visita se centra en el Taos Pueblo, Patrimonio de la Humanidad. Este asentamiento indígena, habitado de manera continua durante más de mil años, permite experimentar la vida de la comunidad Tiwa, con su arquitectura de adobe y sus calles estrechas llenas de historia. El centro de Taos ofrece también galerías de arte, boutiques y cafés, ideales para un almuerzo relajado con platos típicos del suroeste, como enchiladas, sopas tradicionales y chile rojo o verde.
Tras explorar Taos, continuarás hacia Durango, Colorado, atravesando la región de San Juan Mountains. Este trayecto de montaña ofrece paisajes espectaculares de cañones, ríos y bosques, con varias oportunidades para detenerse y disfrutar de vistas panorámicas. La carretera, aunque sinuosa, recompensa con la sensación de adentrarse en el corazón de las Montañas Rocosas y en un entorno natural impresionante.
Al llegar a Durango, la ciudad te recibe con su pintoresco centro histórico de influencia victoriana, calles adoquinadas, tiendas locales y restaurantes que fusionan sabores del suroeste y Colorado.